Como sabréis, hoy hace un año que comenzó la guerra en Ucrania. En este tiempo hemos vivido el mayor éxodo de personas en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, el desgarro de las separaciones familiares, la angustia de mujeres y niños que huían de la guerra; 7,5 millones de niños, niñas y sus familias vieron cómo sus vidas cambiaron para siempre.
Los niños y las niñas no comenzaron esta guerra, pero están pagando un alto precio por ella. Sin embargo, «gracias a vuestra involucración, la de los empleados y empleadas de la UE y la de los estudiantes, hemos marcado la diferencia en la vida de más de 1 millón de personas, incluidos 614.000 niños y niñas en Ucrania, Polonia, Rumania y Lituania», nos cuenta Save the Children.
Señala que, con nuestro apoyo a lo largo de este último año, han podido:
- Establecer 50 escuelas y 83 Centros de Aprendizaje Digital para que los niños y las niñas puedan continuar su educación.
- Comenzar la reparación de colegios dañados, asegurarnos de que los búnkeres escolares sean seguros para los niños y formar a educadores y educadoras.
- Distribuir kits educativos que incluyen bolígrafos, lápices de colores, blocs de notas y materiales educativos.
- Organizar campamentos de verano a los que asistieron 1.847 niños y niñas y en los que hicieron amigos, practicaron deportes y realizaron manualidades, entre otras actividades.
Además, ofrecieron ayuda humanitaria y servicios esenciales como alimentos y agua, kits de higiene, mantas para combatir el frío, transferencias de efectivo, apoyo psicosocial y construyeron espacios seguros.
Sobrevivir es solo el principio para estos niños y niñas. «Gracias a vuestra generosidad nuestros equipos pueden seguir trabajando en aliviar su sufrimiento y restaurar la dignidad de miles de personas, así como proteger y ofrecer educación a miles de niños y niñas».